Origen del saludo a la Bandera
- Celeste Villalobos
- 20 feb
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El saludo civil a la Bandera es una muestra de respeto y compromiso hacia los símbolos patrios. Su origen responde a la necesidad de unificar las muestras de honor hacia el estandarte nacional, consolidando la identidad y los valores cívicos del pueblo mexicano.
Históricamente, en México se adoptaron diversas formas de reverencia a la Bandera, como inclinarse levemente o descubrirse la cabeza. Sin embargo, fue hasta el siglo XX cuando el Estado promovió un saludo estandarizado. Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1934, se buscó fortalecer la educación cívica y el respeto a los símbolos nacionales, estableciendo los primeros lineamientos oficiales sobre los honores a la Bandera.
Más adelante, en 1984, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales formalizó el saludo actual: colocar la mano derecha extendida sobre el pecho, con la palma hacia el suelo y a la altura del corazón. Este saludo no es un mero formalismo, sino un acto simbólico que representa lealtad y respeto a la patria.
La mano sobre el corazón evoca el compromiso con los valores nacionales, mientras que la postura firme y la palma extendida indican solemnidad y obediencia a la Constitución. Además, su práctica en escuelas y eventos oficiales refuerza el sentido de identidad y unidad entre los ciudadanos.