La Isla de las muñecas, una historia perturbadora
- Frida Sofía
- 16 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Ubicado en los canales de Xochimilco, al sur del centro de la Ciudad de México se encuentra La Isla de las Muñecas, una chinampa a la que Don Julián Santana Barrera le dedico más de 20 años.

Cuenta la historia que, Don Julián, vigilante y cuidador de esta Isla descubrió el cuerpo de una niña a la orilla del lago, esta pequeña murió ahogada en uno de lo canales y quedo atrapada entre unos lirios a la orilla.
Tras este traumático evento, Don Julián se sentía atormentado y aseguraba que el espíritu de esa niña lo perseguía ya que todas las noches escuchaba gritos y lamentos. Por lo que él para protegerse comenzó a colgar muñecas de todo tipo y tamaño para así ahuyentar a las almas en pena.
Las muñecas con las que decoro normalmente se las encontraba tiradas en la hierba, en los botes de basura o flotando en el agua, con el paso del tiempo su hogar se lleno de estos espeluznantes juguetes a modo de protección.
Con el paso del tiempo, Don Julián se convirtió en un ermitaño y no pasaba todo su tiempo en la isla. Tiempo después fue encontrado sin vida por su sobrino en el mismo lugar donde había encontrado a la niña con la que empezó la historia.
Todavía la gente sigue llevando muñecas a esta isla como tributo a Don Julián, también se suelen hacer ofrendas a una muñeca en especial, la preferida de este señor. La muñeca había sido nombrada Agustinita y varias personas recurren a ella a pedirle deseos.
Esta chinampa que fue el hogar de Don Julián sigue siendo protegida por cientos de muñecas, las guardianas que protegen de entes malignos.
