En 1837 Comienza la Era Victoriana con la coronación de la Reina Victoria I
- Celeste Villalobos
- hace 2 días
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En 1837, en la majestuosa ciudad de Londres, Alejandrina Victoria fue coronada como reina del Reino Unido e Irlanda, marcando el inicio de una de las etapas más emblemáticas de la historia británica: la época victoriana (1837-1901).
La joven reina, de apenas 18 años, no solo asumió el trono en un momento de transición política, sino que se convirtió en símbolo de estabilidad, moralidad y poder imperial durante más de seis décadas. Su reinado estuvo acompañado por una profunda transformación en el mundo.
La era victoriana no fue solo un periodo de gobierno, sino una etapa histórica de grandes contrastes y cambios radicales:
Revolución industrial: El Reino Unido se consolidó como la potencia industrial más importante del mundo. Las fábricas, los trenes y los barcos a vapor transformaron la economía y el paisaje urbano.
Expansión del Imperio Británico: Bajo el lema "el sol nunca se pone en el Imperio Británico", Gran Bretaña extendió su dominio por Asia, África y Oceanía, convirtiéndose en el imperio más vasto de la época.
Cultura y arte: La literatura floreció con autores como Charles Dickens, las hermanas Brontë y Oscar Wilde. El estilo arquitectónico gótico victoriano marcó el diseño de edificios, mientras que la moral conservadora definía los comportamientos sociales.
Ciencia y tecnología: Figuras como Charles Darwin revolucionaron el pensamiento con teorías como la evolución, mientras se inventaban innovaciones como el telégrafo y la fotografía.
Contrastes sociales: Aunque fue una época de prosperidad para algunos, también existió una marcada desigualdad. La pobreza urbana, el trabajo infantil y las condiciones laborales precarias formaban parte de la realidad cotidiana.
La reina Victoria se convirtió en un icono global, y su influencia fue tal que hoy la palabra "victoriano" define no solo una época, sino una forma de entender el mundo: con elegancia, moral rígida, y avances que sentaron las bases de la modernidad.
Su muerte en 1901 cerró oficialmente el siglo XIX británico, pero su legado continúa vivo en la historia, el arte, la literatura y la arquitectura del mundo anglosajón.