Coyame del Sotol: la tierra donde florece el desierto
- Celeste Villalobos
- hace 7 días
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Ubicado en el corazón del desierto chihuahuense, Coyame del Sotol es un municipio que resguarda la esencia más pura del norte de México. Su nombre proviene del vocablo tarahumara “coyamé”, que significa “lugar de víboras”, aunque muchos lo conocen cariñosamente como “la tierra del sotol”, por la abundancia de esta planta del desierto que da origen a la tradicional bebida artesanal del mismo nombre.
El paisaje de Coyame es un homenaje a la resistencia: extensas planicies, sierras áridas y formaciones rocosas que revelan la antigüedad del territorio. Su flora está dominada por nopal, lechuguilla, yuca, gobernadora y sotol, especies adaptadas al clima extremo. En primavera, el desierto cobra vida con flores silvestres que pintan el suelo de tonos amarillos, rojos y lilas.
La fauna es igual de singular: coyotes, venados, zorros, correcaminos, halcones y serpientes de cascabel son parte del ecosistema que convive con el ser humano en un equilibrio ancestral.
Pero Coyame no solo destaca por su naturaleza, sino también por su historia profunda y misteriosa. En sus tierras se han hallado vestigios de antiguas culturas nómadas que dejaron petroglifos y pinturas rupestres. Durante la época colonial, fue paso importante para las expediciones españolas que buscaban rutas hacia el norte.
Uno de sus tesoros más fascinantes es la Cueva de Coyame, un sistema de cavernas que se extiende por más de 15 kilómetros bajo tierra. En su interior, el visitante puede admirar estalactitas y estalagmitas que forman figuras caprichosas, iluminadas por tonos cálidos que revelan la belleza oculta del subsuelo chihuahuense.






