Aniversario luctuoso de Doña Virginia Griensen de Alvarado
- Celeste Villalobos
- 6 may
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Virginia Griensen nació en una familia modesta de músicos originarios de Francia. Desde joven, se desempeñó como modista y lavandera, labores que la llevaron a conocer a Pedro Alvarado Torres, un minero que más tarde se convertiría en uno de los hombres más prósperos del norte de México. Su historia de amor se consolidó el 19 de marzo de 1895, cuando contrajeron matrimonio y formaron una familia con seis hijos: Francisco, Rodolfo, Pedro, Pablo, Guadalupe y Lucía.
Gracias a la bonanza de las minas de Pedro Alvarado, la pareja construyó entre 1898 y 1903 una majestuosa residencia de más de dos mil metros cuadrados, conocida hoy como el Palacio Alvarado. Este edificio, considerado un monumento al amor, fue decorado al gusto de doña Virginia con muebles y objetos importados de Europa y Estados Unidos, incluyendo piezas de porcelana, cristal de bacarat, maderas finas y alfombras de seda. La construcción fue realizada por destacados artesanos locales y extranjeros, como el constructor Isaac L. Ceballos y los decoradores Antonio Decanini y Gustavo Langenberc .
El Palacio Alvarado no solo fue un hogar, sino también un símbolo del esplendor de Parral y del compromiso de doña Virginia con el bienestar y la cultura de su comunidad. Tras su restauración, el 30 de mayo de 2003, el palacio abrió sus puertas como museo, preservando el legado de la familia Alvarado Griensen y convirtiéndose en un referente cultural en el norte del país .
En este aniversario luctuoso, recordamos a doña Virginia Griensen Zambrano no solo como la esposa de un prominente empresario minero, sino como una mujer de carácter firme, dedicada a su familia y a su comunidad. Su vida y legado continúan inspirando a las generaciones actuales, y su memoria vive en cada rincón del Palacio Alvarado y en la historia de Parral.
